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Parábola de los Talentos

Un comentario a la parábola en Mt 25:14

Esta parábola es parte de las Escrituras finales del Evangelio de San Mateo, y está en la porción del Evangelio que toca los siguientes temas:

  • Las señales de los últimos tiempos
  • La parábola de las 10 vírgenes, y
  • El juicio de las naciones

Es una parábola para nuestros tiempos, es una parábola profética para los tiempos finales antes de la segunda venida de Jesucristo.

En esta parte es donde la Biblia explica que una dispensación ha llegado a su fin, y que una nueva y distinta está comenzando. Jesús indicaba que un tiempo había terminado.

Las palabras del Señor en sus días finales sobre la tierra señalaban el fin del tiempo del obrar del Espíritu Santo "desde afuera" de los hombres, lo cual era ciertamente espectacular, pero inefectivo en conseguir que los hombres fuesen transformados.

Como ejemplo, recordemos: Los muros de Jericó caen por el poder de Dios, sin embargo Dios, quien desea estar en medio de Su pueblo, debe morar en una tienda separada de los hombres.S aúl es súbitamente contado entre los profetas, pero su persona no cambia, y finalmente es desechado. Sansón recibe fuerza de parte de Dios, pero vive la vida a su manera.

Empezaba el tiempo en que el Espíritu Santo moraría EN los hombres.

El poder de Dios comenzaría a manifestarse desde adentro del hombre. Primero transformaría a la persona, para después, desde la persona cambiada, exteriorizar el fruto del Espíritu Santo que moraría en ellos.

La transformación continuaría hasta que Su Hijo se formase en los hombres. Cristo en nosotros.

Estas son las palabras de la parábola:

Mt. 25:14-30
Porque el reino de los cielos es como un hombre que al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encomendó sus bienes.
Y a uno le dio cinco talentos (108 kilos de plata), a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y se fue de viaje.
El que había recibido los cinco talentos, enseguida fue y negoció con ellos y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido los dos talentos (43.2 kilos) ganó otros dos.
Pero el que había recibido uno, fue y cavó en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos.
Y llegando el que había recibido los cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: 'Señor, usted me entregó cinco talentos; mire, he ganado otros cinco talentos.'
Su señor le dijo: 'Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.'
Llegando también el de los dos talentos, dijo: 'Señor, usted me entregó dos talentos; mire, he ganado otros dos talentos.'
Su señor le dijo: 'Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.'
Pero llegando también el que había recibido un talento (21.6 kilos), dijo: 'Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que siega donde no sembró y recoge donde no ha esparcido, y tuve miedo, y fui y escondí su talento en la tierra; mire, aquí tiene lo que es suyo.'
Pero su señor le dijo: 'Siervo malo y perezoso, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Debías entonces haber puesto mi dinero en el banco, y al llegar yo hubiera recibido mi dinero con intereses. Por tanto, quítenle el talento y dénselo al que tiene los diez talentos (216 kilos de plata + 21.6 kilos).'
Porque a todo el que tiene, más se le dará, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
Y al siervo inútil, échenlo en las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.

¿Qué son las parábolas?

Nos será útil recordarlo, porque si esa historia tiene que ver con nosotros, y nos parece claro que "el hombre que se fue lejos" estaría representando a Jesús, los siervos y los talentos deben tener también algún significado que nos conviene comprender.

En el Evangelio de Mateo, tras terminar Jesús la parábola del sembrador, agrega esta frase: "El que tiene oídos, que oiga."
 
Esta frase colmó el vaso de la curiosidad de sus discípulos, quienes, intrigados por algunas cosas que no entendían bien le preguntan por qué hablaba así, con misterios.

El Señor respondió lo siguiente:

Mat 13:10-16
Y acercándose los discípulos, dijeron a Jesús: "¿Por qué les hablas en parábolas?"
Jesús les respondió: "Porque a ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido.
Porque a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia; pero a cualquiera que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
Por eso les hablo en parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.
Y en ellos se cumple la profecía de Isaías que dice:
'AL OIR, USTEDES OIRAN, PERO NO ENTENDERAN; Y VIENDO VERAN, PERO NO PERCIBIRAN;
PORQUE EL CORAZON DE ESTE PUEBLO SE HA VUELTO INSENSIBLE, Y CON DIFICULTAD OYEN CON SUS OIDOS; Y HAN CERRADO SUS OJOS; DE OTRO MODO, VERIAN CON LOS OJOS, OIRIAN CON LOS OIDOS, Y ENTENDERIAN CON EL CORAZON, Y SE CONVERTIRIAN, Y YO LOS SANARIA.'
Pero dichosos los ojos de ustedes, porque ven, y sus oídos, porque oyen.

¿Qué son las parábolas? Son revelaciones de los misterios del Reino de Dios que tienen poder para CONVERTIR y SANAR al corazón que las abraza, pero que están expresadas en un idioma que solamente corazones sensibles a Dios pueden entender.

Quiera Dios darnos oídos HOY para oír lo que el Espíritu habla a la Iglesia.

Permítame compartir lo que he observado de esta parábola:

Encuentro que esta Parábola se puede dividir en siete secciones, cada parte ofreciendo información inprescindible para el cristiano.

  1. Mt 25: 14-15
  2. Mt 25: 16-18
  3. Mt 25: 19-21
  4. Mt 25: 22-23
  5. Mt 25: 24-27
  6. Mt 25: 28-29
  7. Mt 25: 30


Sección 1 - JESÚS ES ESE HOMBRE QUE PARTIENDO LEJOS DIO BIENES A SUS SIERVOS

Mt. 25:14-15
Porque el reino de los cielos es como un hombre que al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encomendó sus bienes.
Y a uno le dio cinco talentos (108 kilos de plata), a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y se fue de viaje.

Debido a que tras nuestras espaldas tenemos 2007 (NOTA: Fecha en que fue predicado este mensaje)(+3 = 2010) años desde la primer venida de Jesucristo y conocemos mucho de la historia desde esos días hasta hoy, de estos dos pasajes podemos entender que Jesús estaba explicando lo que iba a ocurrir en los próximos años y edades que seguirían.

Otras Escrituras amplían el tema, presentando este mismo concepto. (He extraído estas Escrituras para resumir donde hallamos el paralelismo con las palabras de la parábola, pero a pesar de la ausencia de su contexto, la esencia de lo agrupado continúa en línea con las Escrituras).

Leamos:

Jn 13:33
Hijitos, estaré con ustedes un poco más de tiempo. Me buscarán, y como dije a los Judíos, ahora también les digo a ustedes: adonde Yo voy, ustedes no pueden ir.

Jn 13:36
Señor, ¿adónde vas? Le preguntó Simón Pedro. Jesús respondió: Adonde Yo voy, tú no Me puedes seguir ahora, pero Me seguirás después.

Lc 24:49-52
Por tanto, Yo enviaré sobre ustedes la promesa de Mi Padre; pero ustedes, permanezcan en la ciudad hasta que sean investidos con poder de lo alto.
Entonces Jesús los condujo fuera de la ciudad, hasta cerca de Betania, y alzando Sus manos, los bendijo.
Y aconteció que mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo.
Ellos, después de adorar a Jesús, regresaron a Jerusalén con gran gozo,

Jn 20:22
Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo.

Hch 2:1-4
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos (unánimes) en un mismo lugar,
y de repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados.
Se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos.
Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse.

Hch 2:16-21
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once apóstoles, alzó la voz y les declaró: "Hombres de Judea y todos los que viven en Jerusalén, sea esto de su conocimiento y presten atención a mis palabras.
Porque éstos no están borrachos como ustedes suponen, pues apenas es la hora tercera (9 a.m.); sino que esto es lo que fue dicho por medio del profeta Joel:
'Y SUCEDERÁ EN LOS ÚLTIMOS DIAS,' dice Dios, 'QUE DERRAMARÉ DE MI ESPÍRITU SOBRE TODA CARNE; Y SUS HIJOS Y SUS HIJAS PROFETIZARÁN, SUS JÓVENES VERÁN VISIONES, Y SUS ANCIANOS SOÑARÁN SUEÑOS;
Y AÚN SOBRE MIS SIERVOS Y SOBRE MIS SIERVAS DERRAMARÉ DE MI ESPÍRITU EN ESOS DIAS, Y PROFETIZARÁN.
'Y MOSTRARÉ PRODIGIOS ARRIBA EN EL CIELO Y SEÑALES ABAJO EN LA TIERRA: SANGRE, FUEGO Y COLUMNA DE HUMO.
'EL SOL SE CONVERTIRÁ EN TINIEBLAS Y LA LUNA EN SANGRE, ANTES QUE VENGA EL DIA GRANDE Y GLORIOSO DEL SEÑOR.
'Y SUCEDERÁ QUE TODO AQUÉL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERÁ SALVO'.

El paralelismo con el inicio mismo de la parábola nos indica:

  • Que si las primeras palabras hablan en figura de eventos que luego sucedieron, entonces...

  • Las palabras que siguen también han sucedido o sucederán.
  • Esta es una parábola de tipo profético.

Sin embargo, antes de seguir necesitamos definir dos expresiones que vimos al principio, los "talentos" y los "siervos", para entender de qué habla la parábola. Y necesitamos asegurarnos si esto es para otros o si es para nosotros.

Ya aclaramos que en el mundo natural estos son varios kilos de plata y que los servidores son siervos de un señor. Ahora intentemos entenderlos desde la perspectiva divina, o espiritual, obteniendo nuestros datos de esta historia.

Talentos
De los pasajes anteriores que muestran al Señor Jesús siendo ese hombre que se fue lejos, también parece claro que es el Espíritu Santo que el Señor sopló sobre sus discípulos lo que representan esos talentos dados a los siervos.

Pedro, hablando a la multitud en Pentecostés, repite las palabras de Joel que dicen: "SOBRE MIS SIERVOS Y SOBRE MIS SIERVAS DERRAMARÉ DE MI ESPíRITU". Este texto podría confirmar que no estamos errados al considerar que lo que está representado por los talentos es el Espíritu Santo, pues es lo que dio a Sus siervos.

En Efesios 4:8 se hace referencia a palabras del Salmo 68:18, en el cual se menciona que Él, luego de cautivar la cautividad "dio dones a los hombres". Estaríamos tentados a pensar que hay otras cosas que Jesús dio además del Espíritu Santo; sin embargo, por un lado, los dones son "del Espíritu", es decir, no son elementos sueltos. Por otro lado, los estudiosos reconocen en estas palabras que se está mencionando al Espíritu Santo mismo, junto a lo que Él trae consigo.

Siervos
Y sabemos que el Espíritu cayó sobre los discípulos que se hallaban esperando en el aposento alto.

¿Debemos considerar "siervos" de Jesucristo solamente a los 12 apóstoles, siendo que las Escrituras constantemente los mencionan a ellos como "sus discípulos"?

(Juan -capítulo 15- menciona que Jesús considera discípulos suyos a los que guardan sus palabras y las hacen, como lo hacen los buenos siervos. Hay un gran parentezco entre "discípulo" y "siervo". Luego Jesús va aún más allá, cuando unos párrafos más adelante les dice: "Ya no os consideraré siervos, sino amigos,...").

Creo que no son solamente ellos los siervos de que habla. Ciertamente ellos fueron los doce escogidos por Jesús para la tarea específica del apostolado de esos primeros días, pero las Escrituras denominan "discípulos" a los que seguían (y siguen) a Jesús.

En el aposento alto de Pentecostés, según Hch 1:15 había 120 personas. Y sobre todos ellos cayó el Espíritu Santo.

Y cuando Pedro termina su discurso ante la multitud, sucede esto:

Hch 2:36-41
"Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien ustedes crucificaron, Dios Lo ha hecho Señor y Cristo (el Mesías)."
Al oír esto, conmovidos profundamente, dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: "Hermanos, ¿qué haremos?"
Entonces Pedro les dijo: "Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.
"Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos y para todos los que están lejos, para tantos como el Señor nuestro Dios llame."
Y Pedro, con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les exhortaba (aconsejaba) diciendo: "Sean salvos (Escapen) de esta perversa generación."
Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como 3,000 almas (personas).

Tres mil personas se añadieron. Quizá no todas recibieron al Espíritu Santo, pero este pasaje nos enseña que si el Espíritu Santo cayó sobre muchos de ellos, entonces ciertamente no se considera "siervos" solamente quienes se ocupan del trabajo eclesiástico, como pastores, evangelistas, maestros, profetas o apóstoles, sino que abarca al cuerpo creyente en su totalidad.

Veamos otros pasajes:

Jn 15:1-8
Yo soy la vid verdadera, y Mi Padre es el viñador.
Todo sarmiento que en Mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto.
Ustedes ya están limpios por la palabra que les he hablado.
Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en Mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer.
Si alguien no permanece en Mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman.
Si permanecen en Mí, y Mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y les será hecho.
En esto es glorificado Mi Padre, en que den mucho fruto, y así prueben que son Mis discípulos.
Ap 20:11-15
Vi un gran trono blanco y a Aquél que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos.
También vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros (rollos) fueron abiertos. Otro libro (rollo) fue abierto, que es el Libro de la Vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros (rollos), según sus obras.
El mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades (la región de los muertos) entregaron a los muertos que estaban en ellos. Y fueron juzgados, cada uno según sus obras.
La Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego.
Y el que no se encontraba inscrito en el Libro de la Vida fue arrojado al lago de fuego.
Ap 21:10-27
Entonces me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
y tenía la gloria de Dios. Su fulgor era semejante al de una piedra muy preciosa, como una piedra de jaspe cristalino.
(…)
No vi en ella templo alguno, porque su templo es el Señor, el Dios Todopoderoso, y el Cordero.
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.
Las naciones andarán a su luz y los reyes de la tierra traerán a ella su gloria.
Sus puertas nunca se cerrarán de día (pues allí no habrá noche);
y traerán a ella la gloria y el honor de las naciones.
Jamás entrará en ella nada inmundo, ni el que practica abominación y mentira, sino sólo aquéllos cuyos nombres están escritos en el Libro de la Vida del Cordero.

Concluimos que la expresión "siervos" utilizada en el Nuevo Testamento corresponde a todos aquellos que han creído en la obra del Señor Jesucristo en la cruz, y recibiendo la salvación, siguen adelante en obediencia a Él para dar fruto y gloria al Padre.

"Siervos" somos todos los redimidos por el Cordero de Dios, sin importar si cumplimos con alguna obligación en la Iglesia o no. El hecho de ser creyentes nos hace "siervos".

¿Qué representan los talentos de plata de la parábola? - Al Espíritu Santo.
¿A quién representan los siervos de la parábola? - A nosotros.



Sección 2 - PARA TODOS Y CON PROPÓSITO

Mt 25:16-18
El que había recibido los cinco talentos, enseguida fue y negoció con ellos y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido los dos talentos (43.2 kilos) ganó otros dos. Pero el que había recibido uno, fue y cavó en la tierra y escondió el dinero de su señor.

Todos

Observemos que los tres siervos recibieron. Ninguno quedó sin recibir. La parábola no aclara cuantos siervos tenía este señor que se iba lejos. Sólo dice: "Llamó a sus siervos...". Podemos imaginar que solamente tenía estos tres siervos, o que estos tres eran sus capataces, y que había más gente. No lo sabemos, pero sí explica que a cada uno le dio "conforme a su capacidad". Es decir, que quienes reciben, TIENEN CAPACIDAD (mucha o poca, no importa) para hacer algo con ello.

Después de Pentecostés, Hechos nos cuenta varios casos más en los que el Espíritu Santo fue dado: La conversión de Saulo, Hch 9:17, Pedro en la casa de Cornelio, Hch 10:44-45, Pablo en Efeso, Hch 19:1-7. Obviamente, el Espíritu Santo no venía sobre todos. Parecería que entonces uno podría eventualmente excusarse diciendo: Bueno, no es para mí... A mí no me fue dado nada... Esta parábola no me toca...

Pero una de las Escrituras que leímos antes, muestran a Pedro siendo muy claro en cuanto a que todos están (¡estamos!) habilitados para recibirlo:

Hch 2:38-39
"Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.
Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos y para todos los que están lejos, para tantos como el Señor nuestro Dios llame."

¿Podría ser acaso que el Espíritu Santo es algo que Dios espera que recibamos? ¿Y que nos llama a recibirlo? Si es así (y a mí me parece que es así), entonces lo que dice esta parábola ¡es para todos! ¡Al ser redimidos por Jesús el Cristo estamos también capacitados para recibir talentos!

Sabían que debían hacer algo con ello

"Enseguida fue…" No esperó. Tenía en claro que lo recibido era para cumplir un propósito.

Entendía que el valor de lo que se le había entregado era para obtener más valor de lo mismo.

La parábola no dice si el señor les dijo que tenían que aumentarlo; deducimos que sí, porque al regresar quiso saber cuanta ganancia habían obtenido con lo que les había entregado.

Había un propósito: Incrementarlo. Que creciera. Que produjera más. Que diera nuevos beneficios, beneficios que antes no había, y que solamente vienen al aplicar lo que se tiene.

Lo que habían recibido no era de ellos

El tercer siervo, si bien hizo diferente, nos deja en sus versos otro detalle. Dice: "Escondió el dinero de su señor".

No hizo lo correcto, pero sabía bien que -aunque se lo habían dado, aunque lo tenía él- ese talento no era suyo. No podía usarlo a su antojo. Lo tenía él, pero ese talento seguía siendo de su señor.



Sección 3 - EL PREMIO A LA DEDICACIÓN

Mat 25:19-21
Y después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos, é hizo cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí otros cinco talentos he ganado sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor.

El dueño de los talentos regresa

Los tres siervos sabían que regresaría. Sabían que inevitablemente sucedería. No tenían idea de cuanto tiempo debían esperar su regreso, pero sabían que volvería.

Sabían que debían rendir cuenta por lo que recibieron

Tenían en claro que ese día sería necesario confrontar al dueño de los talentos para mostrar si habían actuado responsablemente. Tendrían que dar cuenta de qué habían hecho con lo recibido. En ese momento, lo único valedero sería mostrar resultados.

Sabían que los talentos recibidos eran para hacerlos trabajar

La disposición a presentarse ante el señor cuando éste regresó y las palabras de los siervos demuestran que tenían en claro que habían recibido esos talentos con el propósito de ganar más usándolos. Y la actitud del tercer siervo nos indica que también había riesgo de perderlos.

Debían regresar todo al dueño, el capital recibido y las ganacias obtenidas

Nada era de ellos; ¡todo debían devolver! Y durante todo el tiempo de la ausencia del dueño, a ninguno se le cruzó por la cabeza que sería recompensado por hacer lo que se esperaba que hiciera. Eran siervos. No fue por un premio futuro que hicieron el trabajo, sino simplemente porque debían hacerlo.

A los siervos que produjeron - Entra en el gozo de tu señor

Fue solamente después de haber entregado a sus pies lo recibido y lo ganado que el señor les dio recompensas.

Haber actuado responsablemente con los bienes de su señor les concedió la gracia de ser invitados a participar de la intimidad del señor, a participar con él de lo suyo. No lo habrían recibido si hubiesen tenido en poco el valor de lo que les fue dado.

Sin embargo, ¡la mayor sorpresa fue al final!

Que habiendo vaciado sus arcas, entregando lo recibido y lo ganado a los pies del señor, en un momento de gran seriedad mientras rendían cuenta, ¡de pronto el señor regresa todo a sus manos!

Al que tenía 10 talentos se le dio el talento que se retiró del siervo temeroso, y aprendemos que esta vez le fue dado en propiedad. Los talentos cambiaron de dueño. Eran suyos ahora. El señor hizo al siervo propietario de lo que hasta ese momento solamente administraba. Tras el regreso del dueño, los siervos fieles reciben como recompensa el disponer de cada gramo de plata que tenían en su mano.

El proceso de trabajar con los bienes recibidos había sido la prueba para conocer si cumplirían la voluntad del señor. Su fidelidad fue recompensada convirtiéndolos en dueños de lo que habían obtenido para su señor.



Sección 4 - LA CANTIDAD NO PARECE SER IMPORTANTE

Mt 25:22-23
Y llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí otros dos talentos he ganado sobre ellos. Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor.

No hay una explicación a esto, ni una deducción siquiera; solamente se logra observar que en los pensamientos de Dios no es la cantidad lo que pesa. El señor había dado a cada siervo de acuerdo a su capacidad. Y no pedirá más de lo que la capacidad del siervo logre conseguir.



Sección 5 - EL SIERVO QUE NO PRODUJO

Mt 25:24-27
Pero llegando también el que había recibido un talento (21.6 kilos), dijo: 'Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que siega donde no sembró y recoge donde no ha esparcido,  y tuve miedo, y fui y escondí su talento en la tierra; mire, aquí tiene lo que es suyo.  "Pero su señor le dijo: 'Siervo malo y perezoso, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 'Debías entonces haber puesto mi dinero en el banco, y al llegar yo hubiera recibido mi dinero con intereses.

Excusas

Presentó explicaciones respecto de por qué no hizo lo que debía haber hecho (invertir), y de por qué hizo lo que no debía hacer (esconder).

Si hemos de ser sinceros, casi nos convence... ¿Será porque nosotros también somos dados a presentar excusas?

Sin embargo, las obras pesaron más que las palabras. No actuó como su señor esperaba. No se movió conforme al deseo de su señor, sino conforme a sus propios criterios. Hizo distinto. Siguió sus propios razonamientos (con lo ajeno), actuó según su propia voluntad, de la manera que a él le pareció más segura para sí mismo, en vez de hacer lo que quería el señor. Y después pensó que podría explicarlo convincentemente. Pues... no pudo.

No es suficiente devolver lo que se recibió

El señor no admitió que su dinero hubiese sido resguardado. No admitió que se hubiese escondido. No admitió que no se lo hubiera ingresado al circuito productivo. Por más loable que esto parezca desde el punto de vista del siervo, aparentemente cuidadoso (¿del dinero o de sí mismo?), la desobediencia pesó más . Al dueño no le cae bien que sus siervos hagan con sus bienes lo que quieran. Él espera que con lo que es suyo se haga lo que él dice.

No aumentarlo está mal

La falta de uso está mal. Aunque sea un poco, pues no se establecen cantidades mínimas a ganar; pero lo recibido debe ser invertido en alguna manera para que produzca algo. Aunque lo trabajen otros; aunque sea indirectamente, pero debe crecer. Los talentos tienen capacidad en sí mismos para producir más.

"En tierra"

Que Jesús al relatar esta parábola no dice solamente "lo escondió", sino que agrega el detalle que lo había escondido "en la tierra" (algo en cierto modo inusual), nos indica un posible simbolismo en esto.

En las Escrituras, "tierra" es figura de "lo humano", del hombre natural, de la debilidad del hombre.

Si atendemos a ese simbolismo, este siervo guardó el talento "en su tierra", (y no en la tierra de la acción), quizá para disfrutarlo sólo él, quizá para destacarse entre los demás diciendo "Yo también tengo un talento" como quien ha recibido el don del Espíritu Santo y presume diciendo "¡Yo también soy uno de los que lo poseen!", quizá´por ignorar cómo invertirlo.

La actitud de este siervo lo puso en la categoría de MALO y PEREZOSO

No ocuparse en que las capacidades del talento se desarrollen, no permitir que el valor de ese talento se expanda a través de su uso, es considerado maldad y pereza.

"Malo" en este caso significa: "de corazón falso".
"Perezoso" no es oponerse a la voluntad del señor, sino no hacer de acuerdo a ella.

Si releemos el principio de la historia observamos que el señor, tras llamar a sus siervos, les "encomendó" sus bienes, y a cada uno le dio según su capacidad. De lo cual entendemos que este siervo tenía posibilidades de hacer algo, pues sino no habría recibido ningún talento. Pero no hizo nada en favor del crecimiento del talento, sino que actuó más bien en preservar su propio pellejo, ante la eventualidad de pérdida. Pero no es solamente que no se ocupó del crecimiento del dinero de su señor.

"Encomendar" (el señor "encomendó" sus bienes a sus siervos) implica "cuidar". Y "cuidar" ¡es una acción! El diccionario lo explica con estas palabras: Poner atención y solicitud en la ejecución de algo. En la ejecución de algo.

Alguno buscará ayudar diciendo: ¡Enterrarlo es una manera de cuidar que no se pierda!
Sin embargo estamos hablando de un talento, que es un elemento que tiene capacidad de crecer. Entonces cabe compararlo con otras cosas que crecen, y veamos si la actitud del siervo es excusable o no.

Comparemos la situación de este modo: Que el señor, en vez de dejarles kilogramos de plata, les hubiera dejado su ganado, sus hortalizas y sus árboles frutales, y este siervo enterró todo para devolverlos tal como los había recibido.
El ejemplo es un poco bruto,... pero explica, ¿verdad?

Esconder para proteger u ocultar para preservar aquello que tiene capacidad para desarrollarse, no es correcto con las cosas de Dios.



Sección 6 - LA PÉRDIDA PRIMERA

Mat 25:28-29
Por tanto, quítenle el talento y dénselo al que tiene los diez talentos (216 kilos de plata). Porque a todo el que tiene, más se le dará, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.

Quítenle

Al esconderlo bajo tierra, obviamente no lo usó. Según dijo, no quería arriesgarse a perder lo que se le había confiado, de manera de poder devolverlo todo con total seguridad. Mas el dueño no consideró la situación del mismo modo que él. A los demás que incrementaron lo recibido, los recompensó regalándoles los talentos que les había confiado, y también la ganacias.

Al que no lo usó, se lo sacó.



Sección 7 - LA PÉRDIDA SEGUNDA

Mat 25:30
Y al siervo inútil, échenlo en las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.

Siervo inútil

No haber usado lo recibido del señor lo puso en la categoría de "inútil", pues en verdad, no le sirvió al señor. Sí, era un siervo y tenía capacidades, pero no servía porque no las usó. Y un siervo que no sirve no es siervo aunque tenga ese título, así que perdió todos los derechos que le hubieran correspondido.

¡Échenlo!

Por no haber usado el talento del señor, no solamente perdió los casi 22 Kgs de plata (más alguna ganancia adicional que el señor le hubiese regalado), sino que además fue expulsado de la casa, pues allí vivía, dentro de la propiedad de su señor; perdiendo también las bendiciones diarias que disfrutaba hasta ese momento. El señor no lo quería más entre los suyos.

Pero,...¿ a dónde va uno que es expulsado?

Los términos usados por la Escritura: "las tinieblas de afuera" son palabras que otros pasajes usualmente utilizan para expresar las miserias de los condenados al infierno.

Si esto implica que se puede ser expulsado del Reino de Dios, no estoy en condiciones de asegurar.

Pero si habiendo recibido el Espíritu Santo no se le permite a éste extenderse desde nuestras vidas PARA PRODUCIR GANANCIA para el Señor, creo que al Él no le va a gustar.



¿QUÉ ENSEÑANZA QUE NOS DEJA ESTA PARÁBOLA?

Que los creyentes en Cristo Jesús somos sus siervos.

Nuestro Señor prometió que tras regresar al cielo nos enviaría Su Espíritu Santo. Conforme a su promesa, lo derramó sobre muchos de nosotros.

Los siervos que han recibido el Espíritu Santo deben actuar de tal modo que se obtengan frutos del Espíritu; debe haber tal unión del creyente con el Espíritu Santo, que los beneficios aparezcan. Ser siervos implica "servir" y si a ello se agrega recibir el Espíritu Santo, eso trae consigo LA GRAN RESPONSABILIDAD de DAR FRUTO.

No dice que debemos ganar una cantidad determinada, pero no debe ser "guardado". En la parábola del Sembrador la tierra da fruto a 30, a 60 ó a 100 por uno; así también aquí es según la capacidad de cada uno. Si se camina con el Espíritu Santo algo se agregará al Reino de Dios. ¿Cuánto? Lo decidirá Dios a medida que vayamos caminando.

Si no se da fruto a pesar de haber recibido la semilla, esa tierra será desechada (aunque por algún tiempo tuvo un talento guardado dentro de ella). Si hemos recibido Su Espíritu Santo, pero Él no se desarrolla, no se expande, no crece, no se lo ve, sufriremos mucha pérdida.

El dueño de los talentos, (el dueño de ese Espíritu Santo) sabe que con esos talentos de plata (con el Espíritu Santo) se pueden obtener ganancias (beneficios que se suman al Reino de Dios). Si el siervo que lo recibe no se ocupa en ello, será considerado inútil, y perderá todos los derechos de siervo.

Y será arrojado a las tinieblas de afuera (aunque un día tuvo al Espíritu Santo en su corazón). ¿Existe la posibilidad de que habiendo recibido el Espíritu Santo se podría al final ser desechado?


Las últimas dos oraciones parecen opuestas a aquellas palabras del apóstol cuando afirmaba que el Espíritu Santo es las "arras" de nuestra herencia, indicando que haberlo recibido es nuestra garantía de que la herencia y la salvación nos serán entregadas.

A mí el tema me dejó pensando... ¿No será que el camino estrecho es verdaderamente estrecho?

Creo con toda mi alma que el Espíritu de Dios en nuestros corazones es nuestra garantía de salvación, mas al analizar la parábola de los talentos como la acabo de compartir con Usted, pienso que esto se cumplirá...

¡Sólo si le permitimos A ÉL crecer en nuestras vidas!